Si hay un libro que me ha marcado profundamente es Creatividad, S.A.: Cómo llevar la inspiración hasta el infinito y más allá, la fantástica historía de Pixar o, mejor dicho, de cómo crear, preservar y evolucionar la cultura creativa en una organización. Edwin Catmull, el que fue co-founder de Pixar y Presidente de Walt Disney Animation Studios nos cuenta su experiencia al frente de estas empresas y como, constantemente, se dedicó en cuerpo y alma a motivar empleados, buscar soluciones y mejorar la empresa y su cultura de trabajo.
El libro, basado en cinco preguntas simples, nos va llevando por un camino mágico, al más puro estilo de Pixar para demostrarnos que no hay un método válido, sino la intención de inspirar en cada acción y aprender de los fallos que se vayan cometiendo, mientras tanto.
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¿De dónde surgen las ideas?
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¿Cómo crece una idea hasta convertirse en algo real?
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¿Cualquiera tiene la capacidad de ser creativo?
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¿Qué dificultades tiene que afrontar un proceso creativo?
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¿Cómo funcionan las empresas dedicadas a crear lo que no existe?
Una de las cosas que me pareció más sorprendente fue la incansable dedicación de Ed Catmull al frente de Pixar, con una muy clara misión: proteger la cultura creativa. Durante el camino, el autor nos avisa de que los problemas van a aparecer constantemente y que un gran porcentaje de ellos serán problemas ocultos difíciles o imposibles de predecir. Habla del cambio, muchas veces visto como el enemigo cuando por el contrario le deberíamos tender la mano como si de un hermano se tratase. También, nos muestra cómo conseguir hacer realidad lo que no existe, a través de una idea que nace, que tras un enorme trabajo colectivo madura. Y, sin duda alguna, de su relación con Steve Jobs.
Ed Catmull plasma en Creatividad S.A. un conjunto de técnicas, bien ordenadas, documentadas y con claros ejemplos, para que se puedan aplicar en cualquier contexto en el que el objetivo final sea crear un producto novedoso y con elevados niveles de calidad. Estas son algunas de las medidas que nos propone el autor si queremos construir una empresa con una cultura creativa sana:
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Rodearse de gente con talento y con autodisciplina que sean capaces de formar parte de un entorno colaborativo y con objetivos comunes.
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Promover la innovación y creatividad tecnológica.
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Organizar la empresa en base a una estructura horizontal, cualquiera debería expresarse libremente independientemente de su posición en la empresa.
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Fomentar el intercambio de información.
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Disponer de instalaciones que promuevan la creatividad.
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Ser capaces de asumir riesgos (constantemente).
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Estudiar los fallos cometidos.
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Resolver los problemas en cuanto aparezcan, sin clasificarlos por importancia.
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Formación interna, también en disciplinas no relacionadas con la labor profesional, de esta manera se consigue recuperar la mente de principiante.
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Pilares básicos de esta cultura: honestidad, excelencia, comunicación, originalidad y auto-afirmación.
Cuando nace una idea, no se tiene definido el rumbo que tomará hasta convertirse en un producto de calidad, por lo que habrá que ir averiguando cuáles son los caminos que debe de ir tomando el equipo de desarrollo para lograrlo. Esto genera incertidumbre y miedo, para combatirlos,… también, el abrazar el cambio no es tarea fácil. Uno de los obstáculos que toda empresa, independientemente del tipo que sea, tiene que afrontar, es la resistencia al cambio, tal y como señala el autor. El cambio es algo que no podemos evitar, está presente en todos los aspectos de nuestra vida, y tenemos no sólo que aprender a vivir con él, sino sentirnos afortunados de convivir con él. Las personas nos sentimos cómodas tratando con lo que ya conocemos y haciendo las cosas de la manera la en que siempre las hemos hecho. Las ideas novedosas pueden generar la necesidad de realizar cambios en los procesos para conseguir un producto de alta calidad, y debemos de estar preparados para lidiar con la resistencia natural que el cambio produce en las personas.
Ed Catmull también dedica parte del libro a analizar el fracaso. Lo importante para él, es tomarlo como experiencias de aprendizaje, que a pesar de ser doloroso, debemos sacar la parte positiva, hemos intentando ser originales. Si no se cometen fallos y se continúa trabajando para lograr el objetivo: un producto excelente, no aprenderás, o aprenderás más lentamente.
Pero, uno de los puntos que más me atrajo fue el conocer que uno de los pilares de Pixar, quizás el más importante, es la franqueza. Ed Catmull nos cuenta las diferentes maneras en las que se trabaja para mantenerla intacta. Uno de los ejercicios de franqueza que se realizan en la empresa es conocido como el Braintrust. Que son las reuniones en las que se muestran resultados parciales del producto. Se intenta encontrar problemas y soluciones, estando en manos del director del proyecto aplicar los cambios que considere más oportunos. Ayudan a mejorar el producto, con críticas constructivas en las que se pone el foco exclusivamente en el proyecto y No gana ni pierde nadie, el objetivo es que siempre salga beneficiado el producto final.
Es un libro muy recomendado, totalmente necesario para los tiempos actuales y mucho más para aquellas personas que quieren marcar un antes y un después en su estilo de management (por ejemplo) aunque, mi recomendación, es que cualquier persona, en cualquier lugar de trabajo pueda hacer lectura de Creatividad S.A., ya que, no sólo es tremendamente interesante, sino que la lectura es realmente amena.
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